Tras asumir el cargo, el presidente estadounidense Joe Biden prometió revertir rápidamente las políticas de su predecesor y aumentar el número de admisiones de refugiados permitidas en el país.
Esa promesa sigue sin cumplirse en gran medida, debido en parte a crisis mundiales imprevistas y a una estructura de reasentamiento aún dañada que ha dejado la administración Trump.
Desde que el presidente Biden se comprometió públicamente en marzo a acoger a 100.000 refugiados ucranianos, Estados Unidos solo ha admitido a unas 27.000 personas, según las estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional.
Sin embargo, en el mismo periodo de tiempo, los países de Europa del Este han acogido a millones de personas, mientras que el Reino Unido y Canadá, ambos mucho más pequeños que Estados Unidos, han admitido a casi 60.000 y 37.000 refugiados, respectivamente.
Estados Unidos se está quedando atrás con respecto a sus pares porque la actual infraestructura de reasentamiento ha perdido la fuerza para apoyarlos, dijo Danielle Grigsby, directora de asuntos externos de Community Sponsorship Hub.
Antes de la administración Trump, Estados Unidos había sido el líder mundial en el reasentamiento de refugiados que huyen de la guerra, la persecución y la violencia en todo el mundo, según el Centro para el Desarrollo Global. Pero de 2016 a 2020, el número de refugiados admitidos en Estados Unidos se redujo en casi un 86%.
Según un informe del Refugee Council USA, la disminución de las admisiones trajo consigo una reducción de la financiación, lo que llevó al cierre de más de 100 oficinas de reasentamiento en Estados Unidos durante el mandato de Trump.
"La infraestructura nacional para acoger y reasentar a los recién llegados fue diezmada durante la pasada administración, y ese proceso de reconstrucción aún está en marcha", dijo Grigsby a Newsweek a principios de este año.
Desde que asumió el cargo, el presidente Biden se ha comprometido a reconstruir la infraestructura de reasentamiento de refugiados. Ha aumentado el límite de admisiones anuales de refugiados a 125.000 -un retorno a los niveles anteriores a Trump- y ha fomentado iniciativas como el Programa de Círculo de Patrocinio, una iniciativa de reasentamiento dirigida por la comunidad, para aliviar parte de la carga de las agencias de reasentamiento tradicionales.
Además, en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional, ha ofrecido otra solución al problema de la lentitud de las admisiones, lanzando un nuevo programa llamado Uniting for Ukraine.
En lugar de ayudar a los refugiados a reasentarse a través de las vías tradicionales, este programa complementario permite a particulares y organizaciones patrocinar directamente a los ucranianos que deseen entrar en el país. Los solicitantes aprobados recibirán la elegibilidad para el empleo y la aprobación para permanecer en los EE.UU. bajo "libertad condicional humanitaria" durante un máximo de dos años.
Lanzado el 25 de abril, las autoridades esperan que el programa ayude a agilizar el proceso de admisión y permita que más refugiados encuentren asilo en Estados Unidos.
"Este programa de libertad condicional humanitaria complementará las vías legales existentes disponibles para los ucranianos", dijo el Presidente Biden en un discurso pronunciado desde la Sala Roosevelt de la Casa Blanca el 21 de abril.
"Proporcionará un canal expedito para la migración segura y legal desde Europa a Estados Unidos para los ucranianos que tengan un patrocinador, como una familia o una ONG", añadió.