TENDENCIAS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS | Estados Unidos ya no es AAA
La calificadora de deuda Fitch, redujo su nota de la deuda soberana de Estados Unidos de AAA a AA+. En términos coloquiales la bajó de 10 a 9 y eso provocó turbulencia en los mercados financieros, ya que desde el año 2011, la otra calificadora Standard and Poor´s (S&P) también había reducido la nota norteamericana de AAA a AA+
Fitch argumentó lo mismo que hace 12 años S&P decía para rebajar la nota de nuestro vecino, en ese momento gobernado por Barack Obama, la fuerte alza de su deuda y los problemas que hay para negociar el aumento de la misma entre Republicanos y Demócratas, lo que genera mucha volatilidad en los mercados financieros y ello no es correcto para una deuda con la mayor calificación posible
En Estados Unidos, el Congreso le aprueba al Presidente en turno, un techo de endeudamiento, es decir un nivel máximo que puede emitir de deuda, techo que cada administración va administrando conforme recibe más o menos impuestos y acorde al ritmo de gasto que va aplicando de acuerdo a los programas gubernamentales, nómina, gasto en defensa, etc.
El 20 de enero de 2021, fecha en que Joe Biden tomó posesión como 46º Presidente de Estados Unidos, la deuda pública era de 27.75 billones de dólares, y al cierre de esta edición esa deuda se ubica en 32.60 billones de dólares, es decir un endeudamiento impresionante de 4.85 billones de dólares en apenas 29 meses de gobierno lo que equivale a endeudar a su país en 167,241 millones de dólares mensuales adicionales o 5,575 millones de dólares cada día de su gobierno. Para tener una idea de estas cifras, la deuda pública mexicana, sumando la deuda en dólares y la deuda en pesos, es de 14.6 billones de pesos, esto es 858,823 millones de dólares a un tipo de cambio de 17 pesos por dólar, por lo que la administración de Joe Biden ha incrementado la deuda de Estados Unidos en 6.5 veces la deuda total de México en tan solo 29 meses de gobierno
Es evidente que la recaudación norteamericana está muy por debajo de las necesidades reales del gobierno y que el plan de gastos de la administración Biden, está causando estragos. Los Demócratas insisten en que es necesario llevar a cabo todos estos gastos para mejorar su infraestructura en carreteras, puertos, aeropuertos, así como impulsar la transición energética, mientras que la oposición Republicana señala que hay muchos gastos excesivos que podrían evitarse y eso reduciría el ritmo de endeudamiento actual
No es el fin del mundo, ni el inicio del fin de la hegemonía norteamericana, pero si es una advertencia al gobierno de Joe Biden para que modere su gasto y también es un llamado a la clase política de Estados Unidos para que entienda que los lamentables espectáculos que dan al pelearse para subir el techo de la deuda, tiene consecuencias en la confianza de los inversionistas