El gran jurado de Manhattan votó a favor de acusar formalmente a Donald Trump por cargos relacionados con pagos realizados durante la campaña presidencial de 2016 para silenciar las denuncias de un encuentro sexual extramatrimonial con la actriz porno Stormy Daniels. En respuesta a la acusación penal, la primera contra un expresidente de EE.UU, Trump la calificó de "persecución política" y predijo que dañaría a los demócratas en 2024.
Los cargos contra Trump se centran en el dinero pagado a Daniels y a la exmodelo de Playboy Karen McDougal, de quienes temía que hicieran públicas las afirmaciones de que habían tenido encuentros sexuales extramatrimoniales con él. La investigación ha sido objeto de años de investigación, lo que ha llevado a algunos críticos a argumentar que Trump ha mentido y engañado para llegar a la cima del poder.
La acusación de Trump es un desarrollo extraordinario en un momento en que el expresidente intenta reafirmar su control sobre el Partido Republicano y evitar la oposición de antiguos aliados que buscan la nominación presidencial. Sin embargo, el exmandatario enfrenta otros peligros legales potenciales, ya que el fiscal de distrito de Atlanta lleva dos años investigando los intentos de Trump y sus aliados de entrometerse en el recuento de votos de Georgia para 2020. Además, un fiscal especial del Departamento de Justicia de EE. UU. está investigando el almacenamiento de documentos clasificados de Trump en su casa de Mar-a-Lago en Florida y sus esfuerzos para revertir su derrota electoral.
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, está adoptando un caso inusual que había sido investigado por dos conjuntos anteriores de fiscales, los cuales se negaron a dar el paso políticamente explosivo de buscar la acusación de Trump. La acusación es un caso muy seguido en todo el mundo debido al estatus político y social de Donald Trump.
Los abogados de Trump, Susan Necheles y Joseph Tacopina, han dicho que su cliente no cometió ningún delito y que lucharán enérgicamente contra este enjuiciamiento político en los tribunales. En las semanas previas a la acusación, Trump criticó la investigación en las redes sociales e instó a sus partidarios a protestar en su nombre, lo que provocó una mayor seguridad en los alrededores del juzgado penal de Manhattan.
El destino de la investigación del dinero del silencio parecía incierto hasta que a principios de marzo se supo que Bragg había invitado a Trump a testificar ante un gran jurado, una señal de que los fiscales estaban cerca de presentar cargos. Los abogados de Trump rechazaron la invitación, pero un abogado estrechamente aliado con el expresidente testificó brevemente en un esfuerzo por socavar la credibilidad del exabogado y reparador de Trump, Michael Cohen.
En conclusión, la acusación de Trump es un momento clave en la historia de la política estadounidense, ya que marca la primera vez que un expresidente ha sido acusado formalmente por cargos criminales.