Un hombre de unos 30 años contrajo una bacteria "carnívora" que asoló su párpado derecho y el tejido circundante.
El individuo acudió a un servicio de oftalmología de la India tras experimentar una inflamación gradual del párpado derecho y la piel cercana, según muestra un artículo publicado en la revista BMJ Case Reports.
El paciente había sufrido un único episodio de fiebre diez días antes, pero por lo demás no tenía antecedentes de traumatismo médico, cirugía, sinusitis o enfermedad sistémica.
Se había formado una costra negra sobre los párpados y algunas zonas circundantes, lo que indicaba la presencia de tejido muerto. Posteriormente, los médicos le diagnosticaron una forma de fascitis necrotizante.
La fascitis necrotizante es una infección rara y potencialmente mortal causada por varios tipos diferentes de bacterias. Se desplazan rápidamente por el cuerpo, atacando la piel y los tejidos blandos situados debajo de ella. Puede ser mortal si no se trata a tiempo.
El nombre de la enfermedad viene de la palabra griega antigua nékrōsis que significa "muerte". Se refiere al hecho de que estos microbios provocan la muerte de los tejidos blandos -o "fusión de los tejidos blandos", como lo describen los autores del estudio del BMJ- y de la piel suprayacente.
Los tejidos blandos conectan, sostienen y envuelven otras estructuras del cuerpo. Incluyen grasa, vasos sanguíneos, nervios y tendones, entre otros.
La fascitis necrotizante afecta sobre todo a las extremidades y el torso. Con menor frecuencia, se observa en la cabeza y el cuello, como en el caso del individuo de la India.
Es raro que la fascitis necrotizante afecte a la zona que rodea los párpados, debido a la excelente irrigación sanguínea de esta parte del cuerpo.
Poco después de ser diagnosticado, el hombre indio se sometió rápidamente a una intervención quirúrgica para tratar la piel dañada y se le administraron antibióticos.
El estado del paciente mejoró tras la intervención, según el informe del caso. Los médicos cuidaron la herida durante tres días, retirando la piel necrótica que aparecía.
El paciente recibió el alta hospitalaria y un tratamiento de antibióticos orales. Al cabo de seis meses, la herida del párpado había sido sustituida por una cicatriz madura. Los médicos le comentaron la posibilidad de que necesitara un injerto de piel.
"Estaba muy preocupado por la gravedad de mi estado", afirma el paciente en el informe del caso. "También temía perder la vista. Me alivia haberme curado de la enfermedad".
El diagnóstico de la fascitis necrotizante puede ser difícil porque los signos y síntomas clínicos suelen ser sutiles al principio, señalan los autores del estudio de caso.
En Estados Unidos, la fascitis necrotizante es poco frecuente. Sólo se da en unas 0,4 personas por cada 100.000 cada año, según un estudio publicado en la revista Skeletal Radiology.