En el primer aniversario de la toma del control de Afganistán por los talibanes y en medio de las crecientes tensiones entre las principales potencias del mundo, el primer ministro pakistaní, Shahbaz Sharif, habló con el redactor jefe de política exterior de Newsweek, Tom O'Connor, sobre la urgente necesidad de una mayor cooperación internacional, el papel que su país podría desempeñar para evitar que el mundo se hunda en una serie de crisis cada vez más profundas, y otros asuntos de importancia.
En esta entrevista, realizada por correo electrónico, Sharif comenta su opinión sobre el grave deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China y su postura sobre la actual guerra de Rusia en Ucrania. Como nuevo líder de una nación que logró unir a Washington y Pekín hace medio siglo en el fragor de la Guerra Fría, Sharif afirma que Pakistán podría volver a desempeñar un papel para facilitar una desescalada en aras de mejorar los lazos bilaterales con ambas potencias líderes, evitando así una colisión potencialmente devastadora que podría tener consecuencias incalculables para la comunidad internacional.
Más cerca de su país, Sharif habla de la agitación que asola al vecino Afganistán, de los conflictos no resueltos en la disputada región de Cachemira y del aumento de los ataques de militantes dentro de las propias fronteras de Pakistán, una trifecta de inestabilidad que amenaza la propia seguridad nacional de su nación, dotada de armas nucleares, en un momento de incertidumbre política interna.
Sharif asumió el cargo en abril, tras una votación de censura que destituyó al primer ministro Imran Khan, a quien Newsweek entrevistó el pasado septiembre. La agitación marcó el regreso al poder de la Liga Musulmana de Pakistán-N, anteriormente liderada por el hermano mayor de Sharif, Nawaz, que fue primer ministro en tres ocasiones, la última hasta 2017.
En la actualidad, el joven Sharif trata de forjar su propio camino como líder de la República Islámica de casi 242 millones de personas, al tiempo que sortea los desafíos internos y externos para mejorar la posición de Pakistán y la región circundante.
Esta transcripción ha sido ligeramente editada para mayor claridad.
Newsweek: Las transiciones de poder son siempre difíciles, como las que experimentó el propio Estados Unidos el año pasado. La salida del ex primer ministro Imran Khan fue enconada y divisiva para Pakistán. ¿Cuál es su plan para unir a su nación, para unirse detrás de su liderazgo y mirar hacia el futuro?
Sharif: Lo que tenemos que entender en primer lugar es el hecho de que el cambio de gobierno se produjo mediante un proceso constitucional. Todas las fuerzas políticas del país, menos el PTI [Pakistan Tehreek-e-Insaf] de Imran Khan, se unieron para formar este gobierno ampliamente representativo que se encargará de los asuntos más urgentes que afronta el pueblo.
En cuanto al voto emitido en las anteriores Elecciones Generales de 2018, los partidos políticos que forman parte del gobierno de coalición representan el 70% del electorado. El actual gobierno tiene un verdadero carácter nacional.
El gobierno de coalición está trabajando en una agenda nacional acordada de reforma y estabilización económica. Es la máxima prioridad en este momento. También nos estamos centrando en hacer que la gobernanza sea eficiente y esté orientada a los servicios, además de mejorar las relaciones de Pakistán con los países amigos sobre la base de nuestros intereses mutuos.
La agenda nacional que he mencionado cuenta con un amplio apoyo porque la gente entiende la importancia de los asuntos que hay que tratar.
Pakistán lleva mucho tiempo pidiendo la mejora de las relaciones entre Islamabad y Washington, pero en los últimos años se han producido una serie de acontecimientos negativos en este frente. ¿Cómo ve usted la importancia de esta relación, en qué dirección va y qué retos quedan por delante?