El presidente chino, Xi Jinping, lanzó una advertencia a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en su quinta y última conversación, en la que le advirtió de que sobrepasar los límites en la delicada cuestión de Taiwán tendría graves consecuencias.
Cuando las noticias de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, estaba considerando viajar a la isla en disputa el mes que viene provocaron un aumento de las tensiones entre Pekín y Washington, Xi "subrayó que los pormenores históricos de la cuestión de Taiwán están claros como el cristal, así como el hecho y el statu quo de que ambos lados del estrecho de Taiwán pertenecen a una misma China", según la lectura del Ministerio de Asuntos Exteriores chino de su llamada con Biden.
El líder chino pidió a Estados Unidos que se atenga a los compromisos que sirven de piedra angular para las relaciones establecidas entre China y Estados Unidos en 1979.
Aunque Washington rompió las relaciones oficiales con Taipei hace casi medio siglo, Estados Unidos ha mantenido desde entonces una relación informal con Taiwán en forma de apoyo militar y compromiso político que se ha ampliado en los últimos años a medida que se agravaban las tensiones entre Estados Unidos y China. Pekín sigue reclamando el autogobierno de la isla y ha advertido que se reserva el derecho de llevar a Taipei al redil del Partido Comunista Chino por la fuerza si la diplomacia no funciona.
Xi dijo que la posición de China y de su población, la mayor del mundo, "es coherente" y que "salvaguardar resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial de China es la firme voluntad de los más de 1.400 millones de chinos".
"No se puede desafiar a la opinión pública", decía la lectura. "Los que juegan con fuego perecerán por él".
Y tomando prestada una frase del propio libro de jugadas diplomáticas de la administración Biden, la lectura decía que Xi "esperaba que Estados Unidos tuviera las cosas claras". Instó a que "Estados Unidos respete el principio de una sola China y aplique los tres comunicados conjuntos tanto de palabra como de hecho".
Xi también trató otros temas y pintó el panorama de un mundo sumido en "turbulencias y transformaciones", así como en "déficits de desarrollo y seguridad".
"Ante un mundo de cambios y desórdenes, la comunidad internacional y los pueblos de todo el mundo esperan que China y Estados Unidos asuman el liderazgo en la defensa de la paz y la seguridad mundiales y en la promoción del desarrollo y la prosperidad globales", dijo la lectura china. "Esta es la responsabilidad de China y EEUU como dos países importantes".
En este sentido, Xi advirtió contra cualquier política en Washington que "aborde y defina las relaciones entre China y EE.UU. en términos de competencia estratégica y considere a China como el principal rival y el desafío más serio a largo plazo". Por el contrario, dijo que "las dos partes deben mantener la comunicación a todos los niveles y hacer un buen uso de los canales existentes para promover la cooperación bilateral".
Entre las áreas en las que el líder chino dijo que era necesaria la cooperación entre las dos grandes potencias se encontraban la coordinación de las cuestiones macroeconómicas y la seguridad de la cadena de suministro, así como la desescalada de los puntos conflictivos y la continuación de la lucha contra la pandemia del COVID-19.