Putin aprovecha la incertidumbre de Occidente para perseguir sus objetivos bélicos en Ucrania

 




Las sanciones occidentales a Rusia estaban destinadas a paralizar la economía, aislar a sus oligarcas más poderosos y provocar niveles insoportables de malestar interno en Moscú.


En cambio, es Occidente quien se tambalea.


La guerra de Ucrania y las sanciones relacionadas con ella han creado una serie de problemas para Occidente, como una inflación persistente, el aumento de los precios del gas en los surtidores y la incertidumbre sobre la disponibilidad de suministros de gas natural para la temporada de calefacción, a la que le faltan pocos meses. La incertidumbre política está apareciendo en Europa, evidenciada recientemente por la dimisión del primer ministro Boris Johnson en el Reino Unido, uno de los más firmes partidarios europeos de Ucrania, y en la discordia en el gobierno italiano.


Estos problemas plantean dudas sobre la solidez y durabilidad del apoyo público al bando ucraniano en su guerra con Rusia, país que sigue siendo el principal proveedor de petróleo crudo, gas natural y combustibles fósiles sólidos de la UE, según la Comisión Europea.


"Todo el mundo con el que he hablado se muestra cauteloso sobre lo que puede ocurrir en los próximos meses", dijo Bruce Stokes, investigador principal visitante del German Marshall Fund of the United States, "con los altos precios de la energía, las trayectorias de las distintas economías y si el público se volverá menos partidario de la fuerte postura que hemos adoptado conjuntamente respecto a Rusia y la guerra en Ucrania".


Las incertidumbres creadas por la guerra de Ucrania y las sanciones correspondientes podrían estar beneficiando en realidad a Vladimir Putin.


"Hasta cierto punto, el caos sirve a los intereses de Putin", dijo William J. Burns, ex subsecretario de Estado de Estados Unidos y actual director de la Agencia Central de Inteligencia, en una entrevista con The Atlantic.


Sostiene que cuando la incertidumbre interna es elevada y los ciudadanos pierden la confianza en las instituciones tradicionales de los Estados democráticos, los adversarios autoritarios como Rusia se benefician.


"Todo eso sirve a los intereses de Rusia y de Putin", añadió, "cuanto más caótico y divisivo sea el panorama en Occidente, más espacio cree que tiene, y menos eficaz será la reacción occidental contra la agresión rusa".

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