Los investigadores vuelven al Observatorio Nacional de Kitt Peak para evaluar los daños causados por los incendios forestales, lo que pone de manifiesto las crecientes amenazas medioambientales para la investigación espacial.
Tras el enorme incendio de Contreras, los investigadores vuelven al Observatorio Nacional de Kitt Peak (KPNO) para evaluar el alcance de los daños sufridos por sus telescopios. Los astrónomos observaron el incendio con ansiedad desde la distancia, preguntándose qué podría significar para los 20 telescopios ópticos y los dos radiotelescopios del observatorio. El incendio, que comenzó con un rayo en el Pico Baboquivari, en la Reserva de la Nación Tohono O'odham, acabó diezmando casi 30.000 acres antes de ser contenido. También forma parte de un conjunto más amplio de incendios forestales recientes que han amenazado la investigación espacial vital aquí en la Tierra.
Mientras que los telescopios espaciales, como el recientemente operativo James Webb, ocupan los titulares, los telescopios en la Tierra siguen siendo importantes herramientas científicas. El KPNO está gestionado por el Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab) de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF), que gestiona muchos proyectos, entre ellos el telescopio Nicholas U. Mayall de 4 metros en nombre del estudio del Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI) y el telescopio WIYN de 3,5 metros en colaboración con varias universidades, la NSF y la NASA. El observatorio, situado a sólo 55 millas de Tucson (Arizona), es también un lugar muy apreciado para la educación científica pública.
El destino de KPNO sirve como llamada de atención, mostrando cómo el clima extremo inhibe la capacidad de los científicos para estudiar el espacio desde la Tierra. En julio, las autoridades seguían evaluando los daños del incendio. Según un reciente comunicado del NOIRLab, aún se desconoce el alcance de los daños en los telescopios, pero "es necesario realizar una gran cantidad de reparaciones antes de que los equipos científicos y el resto del personal puedan visitarlos con seguridad". A medida que los gobiernos de todo el mundo no consiguen frenar el cambio climático, los grandes incendios forestales suponen un riesgo creciente para observatorios como el KPNO. Sólo en los últimos tres años, el Instituto SETI estuvo a punto de perder el Allen Telescope Array (ATA) a causa del incendio de Dixie, el Observatorio Lick resistió por poco el incendio del SCU Lightning Complex y el Observatorio del Monte Wilson soportó el Bobcat Fire. Los incendios forestales también inundan la atmósfera terrestre con partículas que pueden permanecer en suspensión durante meses, oscureciendo las estrellas tanto para los observadores casuales como para los investigadores serios.
Un problema creciente para la investigación espacial
La posibilidad de mirar al cielo nocturno y ver las estrellas es algo que los seres humanos han dado por sentado durante mucho tiempo, pero a medida que los incendios forestales se vuelvan más comunes y más destructivos, será cada vez más difícil para los habitantes de la Tierra presenciar eventos celestes populares como los eclipses y las lluvias de meteoros. Un informe publicado a principios de este año por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y GRID-Arendal advierte que se espera que los incendios forestales sean más frecuentes en lo que queda de siglo, llegando a ser un 14% más comunes para 2030, un 30% para 2050 y un 50% para 2100. En un bucle destructivo que se refuerza mutuamente, el cambio climático provocado por el ser humano aumenta el riesgo de incendios forestales y es impulsado por las emisiones liberadas por los propios incendios forestales.
La investigación espacial, aunque es vulnerable a las amenazas de los incendios forestales, también es crucial para su prevención y gestión. Los bomberos forestales se basan a menudo en las imágenes satelitales de la NASA para evaluar el alcance de los incendios y planificar las defensas sobre el terreno, y los empleados de varios departamentos de la NASA contribuyen a proyectos dedicados a modelar los incendios en un esfuerzo por comprender mejor dónde y cuándo se iniciarán y cómo se comportarán. Dado que los observatorios como el Kitt Peak National Observatory están cada vez más expuestos a los incendios forestales, también pueden ser la mejor esperanza para limitar la destrucción de los incendios forestales.