El aliado de Putin pide refuerzos en Ucrania y recibe una respuesta contundente


El Kremlin ha rechazado la petición de ayuda militar rusa del jefe de los rebeldes de la región ucraniana de Donbás, apoyados por Moscú.



Ante los intensos bombardeos de las fuerzas ucranianas, Denis Pushilin, jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), solicitó ayuda adicional al gobierno ruso en un vídeo publicado el lunes en su canal de Telegram.


Pushilin acusó a Kiev de utilizar "métodos de guerra prohibidos" y de que los distritos centrales de Donetsk estaban siendo bombardeados mientras otros asentamientos de la república estaban bajo fuego.


"En este sentido, se ha llegado a un acuerdo para que participen todas las fuerzas adicionales necesarias de las fuerzas aliadas, principalmente de la Federación Rusa", dijo.


A pesar de que se han suprimido 30 "puntos de tiro del enemigo", dijo que "el enemigo todavía tiene suficientes armas capaces de infligir ataques de fuego a nuestros asentamientos". Continuó diciendo que los ciudadanos de la república habían sido advertidos de "permanecer en lugares seguros y no dejar a los niños sin vigilancia."


En 2018, Pushilin se convirtió en el jefe de la DNR, que cuenta con el respaldo de Moscú. Su independencia, junto con la de la República Popular de Luhansk, fue reconocida por el presidente Vladimir Putin días antes de ordenar la invasión de Ucrania.


Preguntado por los comentarios de Pushilin, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que tales decisiones eran "prerrogativa del Ministerio de Defensa, ya que se trata de la continuación de una operación militar especial", en referencia al término aprobado para la guerra en Ucrania.


Peskov dijo el miércoles que las ciudades de Luhansk y Donetsk se enfrentaban a una "intensificación" de los bombardeos, y que se habían producido solicitudes operativas adicionales.


Cuando se le preguntó cómo respondería Putin, como comandante en jefe de Rusia, a la petición de Pushilin, Peskov dijo que esas preguntas "corresponden a nuestros militares", según el periódico Moskovsky Komsomolets.


Newsweek se puso en contacto con el Ministerio de Defensa ruso para que comentara la situación.


Stryuk dijo en Telegram que las fuerzas rusas estaban tratando de asaltar la ciudad desde varias direcciones. A pesar de los informes de que todos los puentes a la ciudad han sido destruidos, dijo que todavía no había sido completamente cortada.


Rusia dijo que permitiría un "corredor humanitario" desde la planta de Azot en Severodonetsk, donde al parecer se refugian cientos de civiles junto a soldados ucranianos a los que Rusia ha exigido que depongan sus armas.


Sin embargo, el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Saviano Abreu, declaró que la intensidad de los combates no permitía garantizar un acceso seguro a los civiles.


"La falta de agua y saneamiento es una gran preocupación", dijo Abreu a la BBC. "Es una gran preocupación para nosotros porque la gente no puede sobrevivir mucho tiempo sin agua".

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