Serena Williams ha revelado que la llamaron "loca" cuando se enfrentaba a una prueba que ponía en peligro su vida durante su embarazo.
La campeona de tenis de 23 Grand Slam se ha sincerado sobre un reciente susto de salud en 2017, cuando se descubrió que tenía un coágulo de sangre en los pulmones mientras estaba embarazada.
Williams dio a luz a su hija Alexis Olympia Ohanian Jr en septiembre de 2017. Es su primer y único hijo hasta ahora con su marido, el cofundador de Reddit Alexis Ohanian.
Tras el parto, Williams sufrió graves problemas de salud y, al pedir ayuda a la enfermera, asegura que le dijeron: "Creo que toda esta medicina te está haciendo hablar como una loca."
La enfermedad de Serena Williams que pone en peligro su vida
Como deportista, las lesiones de Williams suelen ser publicitadas y destacadas ya que la sacan de la competición durante un periodo de tiempo. En 2017, su lesión fue más grave de lo habitual para una tenista, ya que sufrió una embolia pulmonar tras dar a luz.
El incidente la dejó postrada en la cama durante varias semanas y retrasó su regreso a la pista para entrenar.
En la revista Elle, la tenista describió el miedo que sintió en ese momento. Había sufrido coágulos de sangre en sus pulmones en 2010 y había vivido con el temor de que volvieran a aparecer, lo que evidentemente ocurrió.
Se desmayó después de dar a luz a Olympia, lo que la llevó a preguntar a la enfermera: "¿Cuándo empiezo mi goteo de heparina? ¿No debería ponérmelo ahora?".
La enfermera respondió: "Bueno, en realidad no sabemos si eso es lo que necesitas ahora".
Williams quería que le pusieran anticoagulantes, pero no podía hacerlo porque acababa de tener una cesárea que podía hacer sangrar la herida. De repente, empezó a toser de forma incontrolada, lo que provocó que los puntos de sutura se rompieran y la enviaran de nuevo al quirófano.
Pensó que estaba limpia, pero resultó que tosía porque tenía una embolia, un coágulo en una de sus arterias.
Escribió: "Los médicos también descubrieron un hematoma, una acumulación de sangre fuera de los vasos sanguíneos, en mi abdomen, y luego aún más coágulos que había que evitar que viajaran a mis pulmones". Eso es lo que dice el informe médico, al menos. Para mí, fue una niebla de cirugías, una tras otra".
Cuando se despertó después de otra operación, estaba rodeada de su familia, pero sentía que se estaba muriendo.
Escribió: "'Me estoy muriendo, me estoy muriendo. Oh, Dios mío". Realmente pensé que me iba a desmayar. Me levanté de alguna manera y me fui a la otra habitación porque no quería que mi madre se preocupara. No quería que me oyera; es la mayor preocupada del mundo".
