Como la mayoría de las personas se deprimen de vez en cuando, surge la eterna pregunta de si la depresión es una enfermedad real. La respuesta es: sí. Es decir, la clínica. Se ha dicho que aproximadamente uno de cada ocho residentes en Estados Unidos puede llegar a sufrir una depresión clínica. Algunos la experimentan una vez en la vida, mientras que otros tienen múltiples episodios. Esto es un hecho: si una persona se deprime por primera vez, hay un 50 por ciento de posibilidades de que vuelva a caer en la misma situación. Y cuando llega la segunda vez, existe la amenaza de que entre en un tercer episodio depresivo.
La depresión es una enfermedad real, ya que afecta a las facultades mentales, emocionales e incluso físicas de la persona. No es sólo un sentimiento transitorio de tristeza que desaparecerá cuando uno lo desee. Hay síntomas y signos, así como el tratamiento correspondiente. Si no se trata de forma adecuada e inmediata, puede agravarse. Como cualquier otra enfermedad, la depresión también tiene variaciones.
Hay tres tipos de trastornos depresivos: el trastorno depresivo mayor, el trastorno bipolar y el trastorno distímico.
La depresión mayor es la culminación de todos los síntomas y signos que intervienen con la capacidad de actuar normalmente. Puede ocurrir una sola vez, pero es posible que haya episodios recurrentes.
Su contrapartida menos grave es la distimia, que se caracteriza por los mismos síntomas de la depresión mayor, sólo que no interfieren totalmente en las actividades de la persona. Una persona con trastorno distímico puede sufrir una depresión mayor en algún momento de su vida.
El trastorno bipolar es también un tipo de depresión que implica cambios drásticos de humor, pasando de estar muy animado un minuto a estar muy deprimido al siguiente. El ciclo maníaco puede hacer que la persona esté hiperactiva y demasiado entusiasmada, pero cambia en cuanto llega el ciclo depresivo. El ciclo depresivo engloba todos los síntomas de la depresión.
Dado que la depresión es una enfermedad, hay síntomas. De nuevo, son los siguientes:
1. Sensación persistente de "vacío"
2. Desesperanza increíble
3. Sentirse culpable y sin valor todo el tiempo
4. Falta o pérdida de interés en las actividades que solían dar alegría al paciente y esto incluye el sexo.
5. Fatiga prominente
6. Tiene dificultades para tomar decisiones
7. Desarrollo de problemas de sueño
8. Pérdida de apetito y cambio o pérdida drástica de peso
9. Intentos y pensamientos suicidas.
10. Irritabilidad pronunciada
11. Dolores físicos que no tienen una base fisiológica
La buena noticia es que al final de este oscuro túnel llamado depresión, hay esperanza. Hay tres tipos de tratamiento: psicoterapia, medicamentos antidepresivos y la combinación de ambos. También hay ocasiones en las que se emplean la terapia electroconvulsiva (TEC) y la lumino terapia. Hablaremos de ellas en profundidad en un próximo artículo.