Redes inalámbricas: ¿Cómo funcionan?

 

Redes inalámbricas: ¿Cómo funcionan?


Las redes inalámbricas utilizan ondas de radio en lugar de cables para transmitir datos entre ordenadores. He aquí cómo:


El código binario: 1s y 0s


Es bien sabido que los ordenadores transmiten la información de forma digital, utilizando un código binario: unos y ceros. Esto se traduce bien en las ondas de radio, ya que esos 1s y 0s pueden representarse con diferentes tipos de pitidos. Estos pitidos son tan rápidos que están fuera del rango de audición de los humanos.


Código Morse: Puntos y rayas


Funciona como el código Morse, que es una forma de transmitir el alfabeto a través de las ondas de radio mediante puntos (pitidos cortos) y guiones (pitidos largos). El código Morse se utilizó manualmente durante años a través del telégrafo para transmitir información de un lugar a otro con gran rapidez. Pero lo más importante para este ejemplo es que se trata de un sistema binario, al igual que un sistema informático.


La red inalámbrica, por tanto, puede considerarse como un código Morse para ordenadores. Se conecta un receptor y un transmisor de radio combinados y el ordenador es capaz de enviar su equivalente de puntos y rayas (bits, en lenguaje informático) para llevar los datos de aquí a allá.


Longitudes de onda y frecuencias


Te preguntarás cómo puede el ordenador enviar y recibir datos a gran velocidad sin que se conviertan en un sinsentido. La clave de las redes inalámbricas es cómo sortean este problema.


En primer lugar, las transmisiones inalámbricas se envían a frecuencias muy altas, lo que permite enviar más datos por segundo. La mayoría de las conexiones inalámbricas utilizan una frecuencia de 2,4 gigahercios (2.400 millones de ciclos por segundo), una frecuencia similar a la de los teléfonos móviles y los hornos microondas. Sin embargo, esta alta frecuencia produce una longitud de onda muy corta, por lo que las redes inalámbricas sólo son eficaces en distancias cortas.


Las redes inalámbricas también utilizan una técnica llamada "salto de frecuencia". Utilizan docenas de frecuencias y cambian constantemente entre ellas. Esto hace que las redes inalámbricas sean más inmunes a las interferencias de otras señales de radio que si transmitieran en una sola frecuencia.


Puntos de acceso a Internet


El último paso de una red inalámbrica es proporcionar acceso a Internet a todos los ordenadores de la red. Para ello se utiliza un equipo inalámbrico especial llamado punto de acceso. Un punto de acceso es más caro que una tarjeta inalámbrica para un ordenador, porque contiene radios capaces de comunicarse con unos 100 ordenadores, compartiendo el acceso a Internet entre ellos. Los puntos de acceso dedicados sólo son necesarios para las redes más grandes. Con pocos ordenadores, es posible utilizar uno de ellos como punto de acceso, o utilizar un router inalámbrico.


Estándares de la industria


Los equipos inalámbricos de diferentes fabricantes pueden trabajar juntos para manejar estas complejas comunicaciones porque hay estándares que guían la producción de todos los dispositivos inalámbricos. Estos estándares se denominan técnicamente 802.11. Gracias al cumplimiento de estos estándares por parte de la industria, las redes inalámbricas son fáciles de usar y asequibles hoy en día.


La tecnología inalámbrica es fácil de usar


Si todo esto de las frecuencias le preocupa, relájese. El hardware y el software de las redes inalámbricas se encargan de todo esto automáticamente, sin necesidad de que intervenga el usuario. Las redes inalámbricas, a pesar de su complicada capacidad, son mucho más sencillas de utilizar de lo que cabría esperar.



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