El Kremlin desestima orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra, alegando la no reconocimiento de la Corte Penal Internacional por parte de Rusia y otros Estados. La CPI emitió la orden de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por su presunta responsabilidad en la deportación de niños en zonas ocupadas de Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que las decisiones del tribunal carecen de valor jurídico desde la perspectiva de la ley. Por su parte, la presidencia ucraniana celebró la emisión de la orden de captura contra Putin.
La Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por presuntos crímenes de guerra. La decisión de la CPI fue emitida debido a la acusación de que Putin estuvo involucrado en la deportación de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia. La presidencia ucraniana celebró la emisión de la orden de captura, calificándola como un paso hacia la justicia. Sin embargo, el Kremlin negó cualquier valor jurídico a la orden de detención, alegando que Rusia no reconoce a la CPI como un tribunal competente en su jurisdicción.
El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia, junto a otros países, no reconoce la competencia de la CPI y, por lo tanto, considera que las decisiones del tribunal son nulas. El Kremlin también negó las acusaciones contra Putin y argumentó que la medida tomada por la CPI es parte de un esfuerzo más amplio para desacreditar a Rusia en la escena internacional.
La situación entre Ucrania y Rusia ha sido tensa desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, y ha estado marcada por la violencia en el este de Ucrania, donde grupos separatistas prorrusos han estado en conflicto con las fuerzas ucranianas. La deportación de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia se considera una violación grave del derecho internacional humanitario, y la CPI tiene la autoridad para procesar a los responsables de tales crímenes.
