El presidente Vladimir Putin ha elogiado la resistencia de la economía rusa en su discurso sobre el estado de la Nación en febrero de 2023. La economía rusa ha sorprendido a los economistas con sus buenos resultados, ya que el Fondo Monetario Internacional había pronosticado su hundimiento, pero finalmente revisó al alza sus estimaciones. A pesar de las sanciones occidentales, la recesión del PIB ruso fue solo del 2,2% en 2022 y se espera que la actividad repunte este año con un +0,3%.
Las sanciones más duras relacionadas con el petróleo llegaron demasiado tarde para ser efectivas en 2022 y permitieron a Moscú redirigir sus exportaciones a China e India. Además, Rusia ha seguido importando mercancías de Occidente a través de países terceros, y el aislamiento del sistema internacional de pagos Swift se ha sorteado en parte gracias a la agilidad de los banqueros e intermediarios financieros rusos.
La industria armamentista también ha sostenido la actividad de la economía rusa, pero es un motor controvertido, ya que las armas y los tanques que salen de las fábricas rusas están destinados a desaparecer en el campo de batalla, lo que significa que la creación de riqueza es muy relativa. Además, aunque se mencionan datos positivos en el mercado laboral, no se informa sobre la hemorragia de la demanda provocada por la movilización de más de 300,000 hombres y la fuga al extranjero de medio millón de rusos.
La inflación ha afectado a todos los hogares, pero la subida de los precios ya está controlada y se espera que se contenga en el 4% en 2023. Las provincias agrícolas y las grandes ciudades donde gran parte de la población trabaja en la administración o los servicios van bien, mientras que las regiones ricas en hidrocarburos o las regiones industriales están más penalizadas.
La sociedad rusa, acostumbrada a situaciones de crisis, se adapta como puede. Muchas personas tienen dobles empleos o ingresos no declarados para llegar a fin de mes. Esta movilización silenciosa explica la resistencia de la economía rusa. Aunque se han reportado datos positivos, es difícil formarse una opinión sobre el estado real de la economía rusa, ya que algunas estadísticas no se publican.
