Meta se ha establecido como una empresa mono política que quiere secuestrar el Metaverso, pero la FTC no está de acuerdo con su comportamiento anti-competitivo.
La obsesión de Meta por monopolizar la nueva frontera digital del Metaverso ha atraído ahora la atención de la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC). El historial de comportamiento anti competitivo de Meta es bien conocido. Su monopolio sobre las redes sociales ha sido a menudo un punto de fricción para los habitantes de Internet, mientras que sus prácticas de cultivo de datos han puesto en riesgo la seguridad de los usuarios en varias ocasiones. Sin embargo, sus movimientos en la industria del metaverso se han visto como una flagrante toma de poder para poseer la próxima generación de Internet.
Desde el momento en que la empresa matriz de Facebook cambió su nombre por el de Meta, los pioneros del Metaverso han reaccionado con desprecio. La idea del metaverso existe desde hace mucho más tiempo que el empeño de Mark Zuckerberg por apropiárselo, y tiene su origen en la novela de Neal Stephenson Snow Crash, publicada en 1992. Esta novela describía un mundo virtual en el que las personas vivían sus vidas en avatares virtuales, una idea que ha fascinado a los entusiastas de la ciencia ficción durante décadas. El metaverso cobró fuerza en los últimos años gracias a la industria del blockchain, donde los mundos virtuales basados en el blockchain, como Decentraland y The Sandbox, fueron pioneros en el uso de NFT para los bienes inmuebles del metaverso en una red totalmente descentralizada que ninguna corporación podía controlar.
Según The Block, la FTC está demandando ahora a Meta por su reciente intento de adquirir la empresa rival del Metaverso, Unlimited, y su aplicación de fitness en RV, Supernatural. Meta ya tiene un dominio sobre la percepción pública del Metaverso, y la FTC está denunciando directamente este intento de monopolizar la nueva frontera de Internet. No es la primera vez que la FTC demanda al titán de las redes sociales por monopolio: ya lo hizo en 2020 bajo la misma acusación de conducta anticompetitiva. Al igual que Facebook llegó a dominar la Web2, Meta quiere dominar la Web3.
Meta no debe ser dueña del metaverso
El concepto de Metaverso de Meta es un intento obvio de seguir siendo relevante a través de la comercialización de sus auriculares de RV y la ampliación de la cantidad de datos de los usuarios que puede recoger. Como demostraron los escasos conciertos de Metaverse en enero de este año, la gente o bien no está preparada para el Metaverso, o bien no le interesa el Metaverso, o bien odia la idea del Metaverso. Mucha gente de la industria del blockchain desprecia a Meta por haber robado el nombre de Metaverso que antes utilizaba su subcultura. Para ellos, la idea de las NFTs centralizadas de Facebook y de tener que usar Zuck Bucks en el Metaverso de Meta va en contra de lo que el Metaverso representaba originalmente, ya que ninguna de estas cosas se almacenaría en una blockchain, y por lo tanto podrían ser robadas o congeladas por un "Zuckerbot".
Afortunadamente, el hecho de que Meta posea los derechos de propiedad intelectual de la palabra raíz "Metaverso" no significa que vaya a ocupar el trono. El gigante de las tarjetas gráficas, Nvidia, tiene interés en un Metaverso que no sea exclusivo de Meta, y ha estado construyendo silenciosamente los cimientos de un imperio descentralizado de RV/AR a través de la plataforma Omniverse. Omniverse estandariza la forma en que se manejan los gráficos en las escenas y mundos virtuales, proporcionando así una alternativa descentralizada al mundo cerrado y centralizado de Meta. Es probable que las ambiciones de Meta se topen con escollos debido a la enorme potencia de cálculo y a las actualizaciones de Internet que serán necesarias para cumplir su visión, ya que es necesario capturar los movimientos de todo el cuerpo y transmitirlos a otras personas durante actividades como las reuniones de negocios virtuales.
Ahora que Meta se enfrenta a una demanda por sus intentos de monopolizar el metaverso, la ira de los pioneros del metaverso se ve en cierto modo reivindicada. Meta ha demostrado a lo largo de muchos años que no se detendrá hasta tener todo el poder sobre Internet, y unas cuantas demandas y multas son sólo el coste de hacer negocios para la empresa. La demanda podría no sólo frenar a Meta, sino también sentar un precedente para evitar más adquisiciones de rivales.
