Los orígenes de la Peste Negra han dejado de ser un misterio, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature.
La peste negra fue una plaga causada por la bacteria Yersinia pestis que entró por primera vez en el Mediterráneo a través de los barcos comerciales, y procedió a extenderse rápidamente por Europa, el norte de África y Oriente Medio en el año 1300. Se cree que hasta el 60% de la población murió a causa de la enfermedad en su primera oleada, que se extendió en una pandemia de 500 años llamada Segunda Pandemia de Peste, que duró hasta el siglo XIX.
Hasta ahora, nadie conocía los verdaderos orígenes de la Peste Negra, con diversas teorías que circulaban en la comunidad académica.
"Las dos hipótesis principales eran China y Asia Central. Para resolver este misterio se necesitaba ADN antiguo del este de Eurasia occidental", declaró a Newsweek el coautor e historiador de la Universidad de Stirling, Philip Slavin.
Los únicos hallazgos arqueológicos disponibles hasta la fecha proceden de Asia Central, encontrados en excavaciones que tuvieron lugar hace casi 140 años. Cerca del lago Issyk Kul, ahora en Kirguistán, hay pruebas de que una epidemia devastó una comunidad comercial local en los años 1338 y 1339, gracias a unas lápidas en las que se lee que los que perecieron en esos años murieron de "peste".
"Hay, en total, 467 lápidas con inscripciones fechadas con precisión, que van desde los años 1248 a 1345CE", dijo Slavin. "118 de ellas están fechadas entre 1338 y 1339, lo que indica algún tipo de crisis de mortalidad elevada. Algunas inscripciones eran más largas que otras, y en 10 de ellas se ha inscrito la "pestilencia" como causa de la muerte (en lengua siríaca, la lengua litúrgica de los cristianos locales). Durante más de 100 años, esta referencia a la "peste" ha desconcertado a los historiadores. Sospechaba que podía ser el inicio de la Peste Negra, pero sólo el ADN ha podido establecerlo".
En este estudio, los investigadores analizaron los restos humanos de los lugares donde las lápidas indicaban que el individuo había muerto a causa de una epidemia, utilizando ADN antiguo (ADNa).
"Descubrimos el ADNa a partir de los dientes de siete individuos -los dientes son los que mejor se conservan después de la muerte y preservan los patógenos en los flujos de sangre-. Durante el análisis, se detectó la bacteria de la peste, Yersinia pestis, en los tres individuos", dijo.
Después de que hayan pasado muchos años, las muestras de ADN son propensas a la contaminación y degradación ambiental, lo que supuso algunos retos para el equipo de investigación.
"Sólo dos de los tres dientes tenían suficiente cobertura genómica, pero fue lo suficientemente bueno como para combinarlos juntos para una mayor resolución genómica, lo que dio una imagen muy clara. No sólo se detectó Yersinia pestis en las tres muestras, sino que la alta cobertura de dos de ellas nos permitió determinar su posición evolutiva en el árbol filogenético". El análisis descubrió que los genomas 1338-1339 se encontraban en un nodo inmediatamente anterior al "Big Bang", que fue cuando el linaje principal de Yersinia pestis se dividió en cuatro nuevas ramas, de las cuales la rama 1 está asociada a los genomas de la peste negra de Eurasia occidental", dijo