El ejército estadounidense ha dicho que seguirá garantizando la seguridad en la región del Báltico, que se encuentra en el centro de las crecientes tensiones entre Rusia y la OTAN, inflamadas por la guerra en Ucrania, mientras Moscú lanzaba nuevas advertencias sobre la posible expansión de la alianza occidental.
La amenaza rusa se produjo la semana pasada, cuando el viceministro de Seguridad, Dmitri Medvédev, advirtió que "no se puede hablar del estatus de zona libre de armas nucleares de la región del Báltico" si Finlandia y Suecia, países no alineados, siguen adelante con sus propuestas de adhesión a la OTAN.
Ese mismo día, el viceministro de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, declaró a la agencia estatal de noticias rusa Tass que Moscú "se verá obligada a tomar las medidas de seguridad y defensa que consideremos necesarias" en respuesta a dicho movimiento, medidas que, según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, serán discutidas próximamente por el presidente Vladimir Putin.
El lunes, la Flota del Báltico del Ministerio de Defensa ruso anunció una nueva serie de ejercicios de caza de submarinos en el Mar Báltico, que abraza las costas de los miembros de la OTAN Dinamarca, Estonia, Alemania, Letonia, Lituania y Polonia, así como Finlandia y Suecia y el exclave militarizado ruso de Kaliningrado.
La noticia llegó casi dos meses después de que las tropas rusas reunidas a lo largo de las fronteras de Ucrania con el propósito declarado de realizar ejercicios de rutina lanzaran lo que Putin ha llamado una "operación militar especial" con la ayuda de los separatistas aliados con base en la región oriental de Ucrania, Donbas.
Al ser contactado para comentar el último desarrollo, el portavoz de la Sexta Flota de la Armada de Estados Unidos, el teniente Tyler Barker, dijo a Newsweek que no podía "especular sobre las intenciones de Rusia o la naturaleza de sus despliegues u operaciones, pero le aseguro que el compromiso de la Armada de Estados Unidos con el Báltico es férreo."
"Trabajamos habitualmente con nuestros aliados y socios bálticos, entre ellos Finlandia y Suecia, para garantizar la seguridad y la estabilidad en el Báltico, y esa labor continúa sin que la situación actual lo impida", dijo Barker. "Todos los países bálticos tienen algo poderoso que aportar, y cuando lo hacen, nuestra fuerza unificada es simplemente incomparable".
Mientras que Moscú ha acusado a Kiev de atacar a la población ucraniana de etnia rusa y de cometer crímenes contra el pueblo ucraniano, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo que era Rusia la culpable de tales tácticas.
"Entendemos que Rusia busca destruir al pueblo ucraniano, el Estado ucraniano, y esto es un verdadero genocidio", dijo Zelensky a los periodistas tras una reunión con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Kiev. "Vemos que Rusia no se detiene en su sangriento deseo de destruir a los ucranianos y a nuestro Estado a cualquier precio, a las mujeres, a los niños, a nuestra indefensa población civil".