Estados Unidos ha advertido que Rusia podría invadir Ucrania en los próximos días, ya que las fuerzas militares han aumentado en la frontera, pero el Kremlin arremetió el martes, diciendo que las predicciones de un ataque inminente son "histeria" y "locura".
El asesor de asuntos exteriores del Kremlin, Yuri Ushakov, dijo que la situación ha "alcanzado el punto de lo absurdo", informó Associated Press.
Rusia ha negado repetidamente que tenga planes de invadir Ucrania, pero los países occidentales han expresado su preocupación por un ataque inminente, ya que los rusos han acumulado más de 130.000 soldados en las fronteras norte, sur y este de Ucrania. El lunes, el Secretario de Estado Antony Blinken dijo que, debido a la "dramática aceleración de la acumulación de fuerzas rusas", Estados Unidos iba a trasladar su embajada en Ucrania de Kiev a la ciudad de Lviv, en el extremo occidental, cerca de la frontera con Polonia.
Mientras tanto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, dijo que las advertencias de Estados Unidos sobre una invasión eran "propaganda de guerra" por parte de Estados Unidos y sus aliados, informó AP. Zakharova también dijo que Estados Unidos "necesita una guerra a cualquier precio", acusando que "las provocaciones, la desinformación y las amenazas representan sus métodos favoritos para resolver sus propios problemas".
Washington y el gobierno de Corea del Sur han instado a los ciudadanos de sus países a evacuar Ucrania de inmediato ante cualquier posible acción militar de Rusia. Ambos países anunciaron la prohibición de viajar al país, y el presidente Joe Biden advirtió que no habrá misiones de rescate para los ciudadanos estadounidenses si se produce una invasión.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Estados Unidos y algunos de sus aliados que trasladaron a la mayoría de sus diplomáticos fuera de Ucrania estaban participando en un acto de "histeria demostrativa". Añadió que las advertencias de invasión eran una "locura", informó AP.
Estados Unidos advirtió esta semana que Rusia lanzaría una acción militar el miércoles, pero un portavoz del Kremlin dijo que se trataba de una "histeria infundada" y que las tensiones habían sido exageradas por una acumulación de fuerzas ucranianas y las advertencias de Estados Unidos de una guerra inminente, informó Reuters.
La semana pasada, Rusia realizó ejercicios militares que se espera que duren hasta el 20 de febrero. Se cree que más de 30.000 soldados de Bielorrusia participan en los simulacros, que según la OTAN es el mayor despliegue ruso desde la Guerra Fría. Los simulacros se produjeron mientras se enviaban tropas, misiles e incluso sangre fresca a la frontera ucraniana, informó la CNBC.
Sin embargo, el gobierno ruso anunció el martes que algunas de las tropas cercanas a la frontera estaban regresando a sus bases. Funcionarios occidentales y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, han pedido cautela a la hora de tomar al pie de la letra las afirmaciones de Rusia, informó la CNBC.
"En Ucrania tenemos una regla: No creemos lo que oímos, creemos lo que vemos. Si a estas declaraciones les sigue una retirada real, creeremos en el comienzo de una desescalada real", dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, según la CNBC.
El Kremlin dijo que Rusia siempre planeó que las tropas regresaran a sus bases después de que terminaran sus ejercicios militares, informó Reuters.