Cómo la animación de Black Lotus continúa el problema de los replicantes de Blade Runner

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Cómo la animación de Black Lotus continúa el problema de los replicantes de Blade Runner

El elegante estilo de animación en 3D refleja la exploración de Deckard de la delgada línea que separa las mentes humana y robótica.


El estilo visual de Blade Runner: Black Lotus captura la ambigüedad entre el humano y el replicante que se vio por primera vez en Deckard en el Blade Runner original. La nueva serie de animación tiene lugar en 2032, a medio camino entre Blade Runner y su secuela, Blade Runner 2049. Sin embargo, a pesar de la nueva ambientación, la serie sigue tratando muchos de los mismos temas y cuestiones planteadas en las películas.


Las películas originales siguen a Rick Deckard (Harrison Ford), un detective de la policía de Los Ángeles y Blade Runner, encargado de perseguir y acabar con los "replicantes" fugados, superhumanos modificados biológicamente y utilizados como mano de obra esclava para construir colonias espaciales para la humanidad. Deckard se enamora de una replicante, Rachael, que fue diseñada con recuerdos falsos para hacerle creer que era humana. Cuando Rachael es despedida, Deckard se escapa de Los Ángeles con ella en el famoso final de la película. Pero antes de escapar, la antigua compañera de Deckard le da como regalo de despedida un unicornio de origami, igual que el unicornio que Deckard veía cada noche en sus sueños. Tanto Deckard como el público se preguntan si los propios recuerdos de Deckard son reales, difuminando la línea que separa al ser humano de la máquina.


Blade Runner: Black Lotus lleva este truco al siguiente nivel con su elegante estilo de animación en 3D. Las texturas de la piel de los personajes, suaves y sin fisuras, hacen que todos parezcan casi artificiales. Las imperfecciones que los espectadores reconocerían como naturalmente humanas están ausentes. A simple vista, es imposible saber qué personaje es un humano natural y cuál es un replicante. Los fans más entusiastas pueden divertirse teorizando qué personajes de Black Lotus son máquinas en secreto. Los temas de la sospecha, la paranoia y la duda, encarnados por el protagonista Deckard, pueden explorarse en un universo animado de Blade Runner.



El director de Blade Runner, Ridley Scott, siempre ha dicho que Deckard es definitivamente un replicante y que la película no es ambigua. La sugerencia de que los recuerdos podrían no ser auténticos, sino diseñados por fuerzas poderosas como medio de control es aterradora. Para Deckard, la implicación adicional de que ha estado cazando a su propia especie sin saberlo sería casi demasiado para soportar. La secuela, Blade Runner 2049, invirtió la crisis de conciencia con la historia del agente K (Ryan Gosling), un replicante que empieza a sospechar que sus recuerdos implantados podrían haber sido reales todo el tiempo. Nadie sabe qué tipo de historias contará Blade Runner: Black Lotus, pero la animación de aspecto sintético sugiere que el equipo creativo entiende el tema central del material original.


En el mejor de los casos, la franquicia Blade Runner juega con la idea de que la diferencia entre los recuerdos reales y los creados puede no importar demasiado. Lo que existe en la mente no es tan importante como las acciones que una persona realiza en su vida. El impacto de la acción es lo que sobrevive después de la muerte, no los pensamientos. La respuesta de Rick Deckard al cuestionamiento de su mente es cambiar sus acciones, demostrando su libre albedrío al elegir dejar de cazar replicantes. A medida que el mundo de Blade Runner se amplía con Blade Runner: Black Lotus, será emocionante ver cómo los nuevos personajes toman sus propias decisiones, independientemente de cómo se hayan creado sus mentes y cuerpos.



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